Las aves estrenan plumas que lucen arrogantemente ante los petalos de las margaritas. Nunca he visto un paisaje tan verde y brillante como este. Hoy los carros bajaron sus ventanas y la gente guardo la ropa de invierno hasta el año siguiente. Los niños corren hacia las piscinas que fueron limpiadas anoche y dos mujeres tuestan su piel con los tres rayos de sol que el dia ofrece.
He pensado en cambiar mis botas por zapatos de tela de algun color primario, pero aun no me decido...
Por fin los arboles decidieron cubrirse con hojas, y creo que yo me siento como ellos; es primavera y no quiero deshacerme de mis botas.
Todos me dicen lo feliz que la primavera los hace; mis botas se hacen mas viejas y no evitan extrañar el lamento de las hojas aplastadas contra el suelo, cada viernes en otoño. No es que me guste romper el encanto de la naturaleza, pero la primavera a mis botas y a mi nos alejan.
Las aves ahora no solo presumen sus plumas y su vuelo alto, ahora tambien lo hacen con sus cantos, y yo aqui abajo no evito mirarlas y anhelar poder algun dia convertirme en ellas.
La primavera no es pura felicidad, no lo es para mis botas.
cada estación tiene sus detractores... y también sus seguidores... por eso tenemos 4 y las 4 tienen algo mágico y algo detestable... ;)
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